Estas láminas transparentes evitan que se ocasionen daños personales y materiales en caso de rotura de un cristal y pueden colocarse prácticamente sobre cualquier superficie de vidrio. Las placas de vidrio rotas o simplemente resquebrajadas debido a accidentes, roturas o defectos de fabricación son muy peligrosas ya que pueden ocasionar daños personales. La solución son estas láminas casi invisibles, con una larga durabilidad y un grosor entre los 100µ y 190µ. La elección del grosor depende de dos factores: a) el tipo de accidentes que se pueden dan y b) como de probable es que ocurran. Por regla general las láminas con un grosor de100µ son recomendables para superficies máximas de 0,75m². Para superficies más grandes habría que utilizar un grosor mayor de hasta190µ (1000µ = 1mm).